Aunque al principio el sistema estaba destinado a empleados de
categoría con grandes responsabilidades y cierta capacidad
de decisión, esta modalidad laboral se está
extendiendo a casi todas las ocupaciones. La tendencia es
digitalizar el trabajo en todos los aspectos suceptibles de ser
digitalizados.
El abanico es muy amplio y son muchas las áreas en las
que se puede trabajar a distancia: Asesoría laboral,
fiscal,
jurídica y contable; ventas;
servicios de traducción, consultoría, medicina,
enseñanza; trabajo de secretaría, arquitectura,
diseño,
edición, ingeniería, seguimiento de valores
bursátiles, vigilancia de bosques y medioambiente,
administración, entre muchos otros.
El teletrabajo resulta ideal para aquellos que hacen buena
parte de su tarea, o toda su tarea, en la calle: como vendedores,
visitadores médicos, promotores; la oficina va con
ellos, y así pueden enviar pedidos e informes por
su computadora.
Sin embargo, por ahora la mayor parte de los teletrabajadores son
profesionales independientes contadores, analistas de sistemas,
periodistas, expertos en marketing,
diseñadores que decidieron manejar sus asuntos desde otro
ámbito laboral. En la Argentina no hay
de momento estadísticas sobre el teletrabajo, pero se
sabe que la mitad de las computadoras personales instaladas en
nuestro país van al mercado hogareño.
¿Cuántas para teletrabajar? No lo sabemos. Lo que
sabemos, observando la progresión a nivel internacional,
es que dentro de pocos años, la mayoría de las
profesiones enfilarán hacia el trabajo cada mañana
por el «camino virtual».
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